A veces, la fantasía pare hijos exigentes que reclaman su libertad. La mía, por razones de edad, ha venido a parirme nietos y son estos que bullen intranquilos en papel impreso.
Si tienes paciencia, lector amable, verás desfilar ante ti el absurdo de "Roberto", el humor ácido de "El concierto", la denuncia en "Relato de mancebía" o la ficción en "El origen".
En cuanto a espacio hallarás de todo: un cuento muy corto de tan solo dos líneas: "Aburrimiento", o un largo relato, a mitad de camino entre el cuento y la novela en "La sobrina del señor cura".
Te asomarás también a la literatura experimental en "La volubilidad de las ranas", donde he querido plantear la acción y el desenlace a través del diálogo, eludiendo otros componentes explicativos. Y para que nada falte, ¡cómo no!, me he enfangado en las trilogías. Dos hallarás en estas páginas que, espero, te sean leves.
Es cuanto puedo decir. Lo demás lo dirán los personajes de cada relato o la lectura, entre líneas, de los abortos de mi imaginación.