Se trata de un juego de cartas con 16 emociones y sentimientos básicos que ayudan a niños y niñas a identificar dichas emociones, ponerles el nombre adecuado (etiquetado social de las emociones) y, a través de una tarjeta con 6 funciones del dado (una para cada número de un dado), compartir y explorar aspectos básicos de inteligencia emocional, como las causas de las emociones, consecuencias, auto-conciencia, conciencia del otro (empatía), gestión de las propias emociones (autocontrol) o comunicación emocional con otros.
¿Con cuánta frecuencia hablamos los adultos de lo que sentimos, de cómo nos sentimos? ¿Lo compartimos con los más pequeños? Este juego es una gran oportunidad para sentar las bases futuras de una adecuada función emocional. Como nos recuerda Carlos Castilla del Pino, en su "Teoría de los Sentimientos", son tres las funciones clave de los mismos:
1.
Función vinculativa-relacional con el mundo: apego, posibilidad de aceptar y rechazar cosas, etc.
2.
Función de expresiva-comunicativa: comunicar sentimientos, actitudes y valores.
3.
Función axiológica-evaluativa: brújula de valores y pensamiento ético.
Es mucho lo que nos jugamos como para pasar esta competencia por alto, o sólo como un trámite académico más. En definitiva, un juego que les ayuda e inicia en la competencia de la Inteligencia Emocional, tanto en la familia como en la escuela.
El material contiene 5 juegos (licencias) de cartas, de modo que se pueden recortar y plastificar 5 juegos completos de cartas de las emociones, impresos en color y alta calidad. Las hojas recortables están identificadas en la línea discontinua del margen izquierdo, y las mismas sólo están impresas por una cara. Hay en total 23 hojas recortables y unas fichas iniciales explicando las instrucciones del juego, así como unas orientaciones para la evaluación con los participantes tras la dinámica de las cartas.