El abdomen es una de las regiones más comunes e importantes con respecto a los traumatismos. El hígado, el bazo y los riñones son los órganos más vulnerables que se ven afectados. El diagnóstico y el tratamiento tempranos son de suma importancia, ya que el retraso provoca un aumento de la tasa de mortalidad y morbilidad. Si no se diagnostica y trata a tiempo, se produce un 25-35% de muertes. Los traumatismos abdominales contundentes suelen producirse por accidentes de vehículos de motor o accidentes entre automóviles y peatones. Otras etiologías son las caídas, y las etiologías industriales o recreativas. La prevalencia de las lesiones intrabdominales varía ampliamente, oscilando entre el 7,7 y el 65%. La mayoría de los estudios indican que la incidencia máxima se produce en personas de 14 a 30 años. La ecografía es la principal modalidad de elección para el diagnóstico de las lesiones intrabdominales. La ecografía es un examen no invasivo, rápido, preciso, portátil, relativamente barato, se pueden realizar exámenes en serie y se puede realizar en pacientes inestables durante la reanimación. Otras modalidades de diagnóstico son la tomografía computarizada y el lavado peritoneal de diagnóstico.