La decisión de Mussolini de intervenir en el bando de los nacionalistas españoles en la Guerra Civil de los años '30 estaba vinculada principalmente a la actitud de Francia, que prometió ayuda militar al bando republicano, aunque finalmente los primeros aviones extranjeros que entraron en el conflicto fueron los S.M.81 italianos.
La Italia fascista temía la instauración duradera de un régimen del Frente Popular en España, que tendría como efecto el fortalecimiento del eje París-Madrid, mientras que Italia se encontraba en ese momento aislada diplomáticamente tras las sanciones decretadas por la Sociedad de Naciones en respuesta a la invasión de Etiopía.
Además, Franco prometió a Mussolini, a través de Luccardi, el establecimiento de una república fascista y un claro acercamiento diplomático en caso de victoria nacionalista, un argumento que no hay que subestimar, ya que España era un país clave para la política italiana en el Mediterráneo.