El sexo ha muerto, al igual que el matrimonio monógamo. ¿Qué los sustituirá? lea sobre estilos de vida alternativos (como el intercambio de parejas), preferencias sexuales (como la bisexualidad y la homosexualidad), parafilias sexuales (como el incesto, el fetichismo y la pedofilia) y el papel del narcisismo maligno en la desintegración de todas las relaciones entre hombres y mujeres. La antigua institución del matrimonio monógamo se adapta mal a las exigencias de la civilización occidental moderna. Las personas de ambos sexos viven y trabajan más tiempo (lo que hace impracticable la monogamia); viajan lejos y con frecuencia; y están expuestas a tentadoras alternativas románticas a través de las redes sociales y en diversos entornos laborales y sociales. Así pues, aunque la monogamia social y el compromiso y la vinculación de la pareja siguen intactos y se aprueban más que nunca, y aunque la infidelidad se condena fervientemente, la exclusividad sexual (mal llamada "monogamia sexual") está disminuyendo, especialmente entre los jóvenes y los mayores. La monogamia se está convirtiendo en una alternativa de muchos estilos de vida y el matrimonio sólo en una relación entre unas pocas (a veces, ni siquiera una relación privilegiada o única, ya que compite por tiempo y recursos con el trabajo, los amigos del mismo sexo, los amigos con derecho a roce).